viernes, 27 de julio de 2012

HIMNO NACIONAL DEL PERÚ SEXTA ESTROFA

¡INFORMACIÓN QUE TODOS LOS PERUANOS DEBERÍAMOS DE SABER SOBRE NUESTRO HIMNO NACIONAL!



¿PORQUÉ CANTAR LA SEXTA ESTROFA DEL HIMNO NACIONAL DEL PERÚ?
Casi dos siglos han pasado desde que el himno fue entonado por vez primera en la voz de Rosa Merino, pero hasta ahora el debate sobre la originalidad y el espíritu de la composición que se canta en colegios, ceremonias y estadios sigue encendido. ¿La primera estrofa realmente la escribió José de la Torre Ugarte o se trata de una letra apócrifa?

HABLAN LA HISTORIA Y LA LEY.-
Para responder a esta interrogante hay que remontarse a la historia. El 26 de febrero de 1913, el gobierno de Guillermo Billinghurst declaró “oficial e intangible” la letra y música del himno nacional a través de la Ley 1801. En esta norma se incluye como primera estrofa la conocida “Largo tiempo el peruano oprimido…”. Sin embargo, en una carta del 8 de junio de 1863, pero que se dio a conocer recién en 1921, José Bernardo Alcedo, autor de la música del himno, confirmó que la letra de “De la Torre Ugarte” había sido cambiada. “Conservo los versos originales de su misma mano —escribió—, los que he sabido que los han variado”.
Pese a ello, y a los numerosos intentos del Gobierno de modificar la Ley 1801, esta continúa vigente hasta nuestros días.
No obstante, en el 2005, el Tribunal Constitucional (TC) confirmó, con el respaldo de documentos y la voz de expertos consultados, que se trataba de una primera estrofa apócrifa, extraída posiblemente de una marcha militar, pero que había formado parte durante mucho tiempo de la tradición del país y debía mantenerse así salvo que el Congreso decidiera cambiarla.
En la edición del diario El Peruano del día viernes 28 de Julio de 2006, el compositor y recopilador de música peruana Lucas Borja señalaba que la letra y música del Himno Nacional del Perú había sufrido modificaciones no entonándose, en la actualidad, ni la letra original, de José de La Torre Ugarte, ni la música original, de José Bernardo Alcedo.
El Maestro Borja también mencionó que el compositor Alzedo firmaba sus reaciones con “z”, pero que la posteridad cambiaría la “z” por “c”, mostrándole al periodista que lo entrevistó una copia del pentagrama original del himno, editado por Alzedo para canto y piano. La grabación del Himno Nacional del Perú que realizó la Banda del Primer regimiento de Artillería en la ciudad de New York en 1911, para el sello Columbia, contiene los compases originales, añadió Borja, quien tiene en su poder el disco de carbón de esa grabación.



No es sino hasta el año pasado, cuando Miguel Harth-Bedoya, Director de la Orquesta Sinfónica de Washington, de visita en Lima, declaró que el Himno Nacional del Perú que se entonaba no era el original, por lo que la prensa empezó a hacer eco de lo que Borja ya había denunciado antes. Harth-Bedoya se dio cuenta de ello cuando un amigo le envió, desde Lima, la partitura original del Himno Nacional.
Pero a la letra original del Himno Nacional se le añadió una estrofa a principios del siglo XX y su eliminación es materia de discusión, que no se sabría cuál sería el resultado hasta el 2009.
La grabación del Himno Nacional del Perú hecha en 1911 fue la primera que se hizo del himno peruano, razón por la que se asume que no se conoce, o conocía, de alguna grabación anterior a la de 1911 para el sello Columbia.
En la búsqueda de información sobre las primeras grabaciones de música peruana, se encontró que en la obra de Richard Spottswood, Ethnic Music on Records, Volumen 4, 1990, se encuentran enumeradas la cantidad grande de grabaciones que el tenor Antonio Vargas realizó en la ciudad de New York, entre 1901 y 1904. Entre dichas grabaciones se encontraban el Himno Nacional Chileno, el Himno Nacional Cubano, el Himno Nacional Mexicano y el Himno Nacional Peruano.

Dicha grabación del Himno Nacional Peruano fue hecha para el sello Zon-O-Phone figurando con dos números de registro distinto P5527 (7″) y C5527 (9″). Esa sería, sin temor a equivocarse, la primera grabación del Himno Nacional del Perú y, contiene la letra original del Himno Peruano, sin la estrofa apócrifa, y también la música original.

HIMNO NACIONAL DEL PERÚ
(Coro y Sexta estrofa)
Letra: José de La Torre Ugarte
Música: José Bernardo Alcedo

CORO

Somos libres, seámoslo siempre,
y antes niegue sus luces el sol,
que faltamos al voto solemne
que la Patria al eterno elevó.

ESTROFA
En su cima los Andes sostengan,
la bandera o pendón Bicolor,
que los siglos anuncie el esfuerzo
que ser libres,
por siempre nos dio.
A su sombra vivamos tranquilos,
y al nacer por sus cumbres el sol,
renovemos el gran juramento
que rendimos al Dios de Jacob.

CORO

Somos libres, seámoslo siempre,
y antes niegue sus luces el sol,
que faltamos al voto solemne
que la Patria al eterno elevó.







¡VIVA EL PERÚ!



sábado, 14 de julio de 2012

Für Elise on glass harp

Mis queridos amigos, es increíble la capacidad del ser humano para crear, inventar y/o usar lo habido para poder hacer un instrumento musical. ¿Alguna vez imaginaron, que las copas de cristal en la cual bebemos diferentes licores o simplemente agua, podrían servir para crear una especie de arpa y ejecutar en ella piezas de los grandes maestros de la música clásica? Deléitense con estos videos. ¡Es fascinante!
El músico de la derecha de sus monitores ejecuta el acompañamiento y el de la izquierda la melodía... ¡Que exquisitez! 


LA GUITARRA





La guitarra es un instrumento musical de cuerda pulsada, compuesto de una caja de madera, un mástil sobre el que va adosado el diapasón o trastero generalmente con un agujero acústico en el centro de la tapa (boca), y seis cuerdas. Sobre el diapasón van incrustados los trastes, que permiten las diferentes notas. Su nombre específico es guitarra clásica, guitarra española o guitarra acústica.
Es el instrumento más utilizado en géneros como blues, rock, metal y flamenco, y bastante frecuente en cantautores. También es utilizada en géneros tales como el tango, rancheras y gruperas, además del folclore de varios países.
Instrumentos de la familia de la guitarra son el requinto, el charango y el guitarrón. Este último es de uso frecuente por los mariachis.
PARTES DE LA GUITARRA:
La guitarra ha sufrido variaciones en su forma a lo largo de los siglos. Además del número de cuerdas, las variaciones del instrumento han surgido para adaptarlo a las necesidades del intérprete hasta adoptar la forma actual. Este instrumento está fabricado con madera prácticamente en su totalidad y los tipos empleados principalmente en su fabricación son las de palo santo de la India y otros, abeto, cedro de Canadá, pino, ciprés y ébano, en función del tipo de guitarra (clásica o flamenca).
Básicamente, la guitarra está compuesta por la caja de resonancia, el mástil, el puente, el diapasón, los trastes, las cuerdas y el clavijero. Algunas guitarras poseen más de un diapasón (hasta un máximo conocido de 6 mástiles) o sobrepasan las 7 cuerdas.


Tras ser encolados todos los elementos que forman la caja de resonancia, se une con el mango y se incluyen refuerzos en el contorno de las dos tapas, en el centro del fondo y en las uniones inferiores y superiores de los aros. Posteriormente se adhiere el diapasón. Entre el mástil y el clavijero se coloca la cejilla que sirve para apoyar y separar las cuerdas. La cejilla habitualmente es de marfil, hueso, plástico o incluso metálica, en función de la calidad del instrumento.
Una vez todos los elementos que forman la guitarra han sido unidos, se procede a su barnizado. Existen dos formas de llevar a cabo este proceso, una más costosa y trabajosa que consiste en barnizar el instrumento a mano con goma laca; y la otra que es barnizar con una pistola a base de poliuretano que seca rápidamente. El inconveniente de este último método es que el barniz forma una placa sobre la caja de resonancia que le resta sonido al instrumento.
Posteriormente se realiza el aplanado del diapasón y la colocación de los trastes, los cuales suelen ser de alpaca o latón. Es sumamente importante que el trasteado sea perfecto ya que de él depende la afinación de la guitarra. Acto seguido, en la parte inferior de la tapa armónica se colocan las clavijas y las cuerdas. Antiguamente las cuerdas eran de tripa de animal pero en las guitarras modernas son de nylon.


CAJA DE RESONANCIA
La caja de resonancia está conformada por el fondo, la tapa armónica y los aros laterales. Los dos primeros son planos. El fondo está construido en madera de palosanto mientras que la tapa puede ser de pino, abeto, cedro o, en ocasiones, de ciprés. La tapa armónica tiene una perforación en su parte intermedia, llamada "boca" o "tarraja", y está reforzada por siete barras finas de madera que reciben el nombre de "varetas". Estas varetas están dispuestas en la parte interior y tienen forma de abanico. El número de varetas dentro de una guitarra depende del fabricante de la misma. Los aros son dos piezas largas y estrechas fabricadas con palosanto, curvadas a fuego y unidas en los extremos superior e inferior de la caja. Su unión se asegura en el interior con dos tacos de madera colocados uno en la base del mango y otro en la parte contraria. Los aros están reforzados a lo largo de su parte interna con dos tiras de madera que reciben el nombre de "tapajuntas".
MÁSTIL
El mástil está construido con madera de palosanto o cedro y está formado por el clavijero, el mástil y la quilla o zoque. En las guitarras modernas las clavijas están incluidas dentro de clavijeros metálicos, a diferencia del método empleado guitarras anteriores que consistía en insertar directamente las clavijas en la madera del clavijero. El clavijero está situado en el extremo del diapasón. Los clavijeros modernos tienen dos cortes verticales y están preparados para recibir los huesos, que son las pequeñas piezas en las que las cuerdas van enrolladas. Las clavijas metálicas quedan en la parte exterior del clavijero y se emplean para afinar el instrumento mediante la tensión que ejercen sobre las cuerdas. Su tensión puede modificarse para la afinación mediante un sistema de tornillos sin fin impulsados por las clavijas, que implican pequeños rodillos sobre los cuales se envuelven las cuerdas. Estas pasan a continuación por el puente superior, en el cual se cavan pequeños surcos que guían cada cuerda hacia el diapasón hasta llegar al clavijero. El clavijero puede llamarse también pala o maquinaria; de este mecanismo depende la afinación de las cuerdas de la guitarra.
La parte más larga del mango recibe el nombre de mástil y está cubierto con el diapasón, que es un trozo de madera, habitualmente de palosanto o ébano, sobre el que presionan los dedos las cuerdas de la guitarra. La quilla o zoque es la base del mango que se fija a la caja de resonancia.
EL ORIGEN DEL INSTRUMENTO.-
Los orígenes y evolución de la guitarra no están demasiado claros, ya que numerosos instrumentos similares eran utilizados en la antigüedad, por lo que es usual seguir la trayectoria de este instrumento a través de las representaciones pictóricas y escultóricas encontradas a lo largo de la historia. Existen evidencias arqueológicas en bajorrelieves encontrados en Alaça Hüyük (norte de la actual Turquía) de que en torno al año 1000 a. C. los hititas y asirios crearon instrumentos de cuerda parecidos a la lira ―el instrumento de varias cuerdas más sencillo y antiguo del mundo― pero con el agregado de una caja de resonancia, por lo que serían antecesores de la guitarra. También se han encontrado representaciones en dibujos del antiguo Egipto que se asemejan a un instrumento similar a la guitarra.
Existen dos hipótesis acerca de sus orígenes. Una de ellas le da un origen greco-romano y afirma que es un descendiente de la fidícula y la otra considera que la guitarra es un instrumento introducido por los árabes durante la invasión musulmana de la Península Ibérica y que posteriormente evolucionó en España. Según la primera hipótesis, estos instrumentos llegaron hasta los griegos, que deformaron ligeramente su nombre, kizára o kettarah, que en castellano se terminó llamando cítara. Este hecho ha dado lugar a suponer que la guitarra deriva de la cítara griega y romana, a las que se le habría añadido un mango al comienzo de nuestra era. Muchos estudiosos y musicólogos atribuyen la llegada de la guitarra a España por medio del imperio Romano en el año 400. La otra hipótesis sostiene que el primer instrumento con mástil fue la ud árabe, cuyo nombre los españoles terminaron fundiendo erróneamente con su artículo: «la ud» femenina se convirtió en el masculino "laúd". Fueron precisamente los árabes quienes introdujeron el instrumento en España, donde evolucionó de acuerdo a los gustos musicales de la plebe bajo dominación musulmana.
En la India estos instrumentos eran conocidos en idioma sánscrito como sitar (instrumento descendiente de la vina), palabra que proviene de dos palabras indoeuropeas que darían origen a la palabra española "guitarra": la raíz guīt (que produjo las palabras sánscritas guitá: ‘canción’ (como en el Bhagavad-guitá, la ‘canción del Señor’), o sangīt: ‘música’) y la raíz tar, que significa ‘cuerda’ o ‘acorde’.
EDAD MEDIA
En los siglos XI y XII pueden distinguirse dos tipos de "guitarres" o "guiternes". Por un lado la morisca o mandora, con forma ovalada de media pera y que se asemeja al laúd árabe y a la mandolina.


Por otro lado la guitarra latina, una evolución de las antiguas cedras, cítolas y cítaras, de fondo plano, unida por aros con mango largo y cuyo clavijero era similar al del violín. La primera de ellas concuerda con la hipótesis del origen oriental de la guitarra, una especie de laúd asirio que se habría extendido por Persia y Arabia, hasta llegar a España durante la estancia árabe en la Península Ibérica. La segunda, reforzaría la hipótesis del origen greco-latino del instrumento. Ambos tipos están representados en las miniaturas de las Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio de 1270 aunque una de las representaciones más antiguas que se conservan está en Europa Occidental en un Pasionario de la abadía de Zwiefalten del año 1180.
En el siglo XIV, los poetas medievales franceses Guillaume de Machaut y Eustache Deschamps nombran en sus obras a la "guiterna" sin precisar el tipo.
La guitarra latina evolucionó hasta dar lugar a dos instrumentos diferentes: la vihuela, que estaba dotada de seis órdenes (cuerdas dobles) y que tuvo una amplia difusión entre la aristocracia y los trovadores y músicos profesionales; y la guitarra, de cuatro órdenes y de uso más popular.


SIGLO XVI
En el siglo XVI comienzan a realizarse numerosas composiciones para guitarra. Esta gran producción tiene como centro a España. La primera obra para guitarra de cuatro órdenes aparece en la obra Tres libros de música en cifra para vihuela publicada en 1546 por Alonso Mudarra en Sevilla. En esa época era habitual confundir los nombres de estos instrumentos y fue a finales de siglo cuando comenzaron a diferenciarse. La guitarra fue utilizada principalmente como instrumento de acompañamiento y principalmente con la técnica del rasgueado.
SIGLO XVII
El tratado más antiguo sobre la guitarra española fue publicado en Barcelona en 1596 por Juan Carlos Amat con el título de Guitarra española de cinco órdenes...5 En 1606 Girolamo Montesardo publicó en Bolonia la primera gran obra para guitarra titulada Nuova inventione d'involatura per sonare Il balleti sopra la chitarra espagnuola y G. A. Colonna Intavolatura di chitarra alla spagnuola en 1620.
Habitualmente se atribuye la inclusión de la quinta cuerda al músico y poeta andaluz Vicente Espinel. La atribución de esta invención la realizó Lope de Vega, pero fue refutada por Nicolao Doici de Velasco (1640) y por Gaspar Sanz (1684) en sus tratados sobre la guitarra española. Sustentan sus afirmaciones en el hecho de que once años antes del nacimiento de Espinel, Bermudo mencionó una guitarra de cinco órdenes. No obstante, aunque Espinel no fuera el inventor de la guitarra española de cinco órdenes, probablemente fue quien más se encargó de su difusión popular en todas las clases sociales de España. El Nuevo método por cifra para tañer guitarra de cinco cuerdas publicado en 1630 Doici de Velasco es el más antiguo conocido y en él afirma "En Francia, Italia y demás países, a la guitarra se le llama española desde que Espinel puso la quinta cuerda, quedando tan perfecta como el laúd, el arpa, la tiorba y el clavicordio y aún más abundante que estos".
Otros autores contribuyeron de forma destacada a la literatura sobre la guitarra, como Luis de Briceño en 1626, Lucas Ruiz de Ribayaz y Francisco Guerau, entre otros. En la Península Ibérica la guitarra era ya muy utilizada a finales del siglo XVII, cuando Gaspar Sanz compuso su Instrucción de música sobre la guitarra española y método de sus primeros rudimentos, hasta tañerla con destreza. Anteriormente había guitarras de nueve cuerdas: una cuerda simple y cuatro "órdenes".
En todo caso, parece claro que fue en España donde tomó carta de naturaleza, pues a diferencia de las guitarras construidas en otros países y lugares de Europa, donde se fabricaban guitarras sobrecargadas de incrustaciones y adornos que la hacían casi imposible de tocar, la guitarra española se hacía para ser tocada y fue tan popular que incluso Sebastián de Covarrubias, capellán de Felipe II y lexicógrafo español, llegó a decir: "La guitarra no vale más que un cencerro, es tan fácil de tocar que no existe un campesino que no sea un guitarrista".
Aunque todos los países reivindican su intervención en la invención de la guitarra (con especial mención de Francia) aspectos tales como la forma, la estructura y la afinación, derivan directamente de la guitarra tal como los luthieres ibéricos la diseñaban, sin olvidarnos de los europeos como Johan Stauffer, de quien derivan los diseños de su discípulo C. F. Martin.
SIGLOS XVIII Y XIX
Iniciado el siglo XVIII Jacob Otto agrega la sexta cuerda a la guitarra y se estandariza la afinación moderna, el cambio más significativo sufrido por este instrumento. A mediados de siglo, la historia de la guitarra moderna alcanza un gran apogeo con el español Francisco Tárrega, creador de la escuela moderna y autor del cambio en el uso del posicionamiento de las manos y la manera de pulsar las cuerdas.
A finales del siglo XVIII y principios del XIX, algunas guitarras usaban seis cuerdas simples y emplearon unas barras de refuerzo debajo de la tapa armónica. Estas barras fueron añadidas para reforzar la estructura y permitieron adelgazar la tapa para obtener una mayor resonancia y una mejor distribución del sonido a lo largo de la tapa armónica. Otros desarrollos contemporáneos incluyen el uso de un mástil reforzado y elevado usando madera de ébano o palisandro, y la aparición de un mecanismo de tornillo metálico en lugar de las clavijas de madera para afinar. Es importante destacar que el trastero elevado ha tenido un gran impacto en la técnica del instrumento porque las cuerdas estaban demasiado lejos de la tapa armónica de forma que había que apoyar uno de los dedos de la mano derecha para que sirviera de soporte a los demás. Estas guitarras serían reconocidas inconfundiblemente como las primeras guitarras clásicas.
En los comienzos del siglo XIX, en los trabajos de los españoles Agustín Caro, Manuel González, Antonio de Lorca, Manuel Gutiérrez y otros constructores europeos incluyendo a René Lacote y al vienés Johann Stauffer encontramos las características de los precursores más directos de la guitarra clásica moderna. Johann Stauffer tiene una reputación legendaria. En su tienda aprendió a construir guitarras C. F. Martin, que luego se trasladaría a Estados Unidos y cuya firma sigue construyendo guitarras hoy en día. También desarrolló el trastero elevado, a petición de Luigi Legnani, el guitarrista y primer intérprete de los conciertos del violinista genovés Niccolò Paganini. Sus otros avances en la construcción de la guitarra incluyen un mástil ajustable y reforzado con acero y las clavijas de tornillo sin fin que todavía se usan en las guitarras modernas.
Hacia 1850 empezó el trabajo de Antonio Torres Jurado. Con el apoyo de Julián Arcas, ambos almerienses, y sus propias y brillantes intuiciones, Antonio Torres Jurado refinó los soportes estructurales de la guitarra incluyendo siete varas extendidas bajo la tapa armónica. Aumentó también el tamaño de la caja de resonancia y el ancho del mástil. Estas innovaciones influyeron en la mejora del volumen del sonido y la respuesta en los bajos así como el descubrimiento de una técnica para la mano izquierda para el enriquecimiento del repertorio. Ahora la guitarra ya estaba preparada tanto para las demandas del solista como para las del conjunto instrumental. La tradición constructiva en Almería se ha mantenido hasta nuestros días con constructores como Gerundino Fernández García.
SIGLO XX
El luthier español José Ramírez III junto al guitarrista Narciso Yepes le agregaron cuatro cuerdas más en las graves, sobre un amplio mástil cuyos múltiples trastes permiten ampliar notablemente la gama de sonidos de la mano izquierda. Narciso Yepes tocó por primera vez esta guitarra de diez cuerdas en Berlín en 1964 y, a partir de ese año, fue su instrumento habitual en los conciertos, especializándose en piezas renacentistas y barrocas.


TIPOS DE GUITARRA
Hay dos tipos básicos de guitarra: la guitarra clásica y la guitarra flamenca, de tamaño ligeramente menor que la clásica, distintas maderas y otras variaciones que la hacen menos resonante pero más percusiva.
Una variedad de la guitarra clásica o española es la guitarra acústica, cuya diferencia principal es el material de sus cuerdas, que es el metal en lugar de la tripa o el nylon. Procede de Estados Unidos. Suele ser de mayor tamaño y con el tiempo evolucionó para adoptar un sistema alimentado por energía eléctrica (pastillas eléctricas), dando lugar a la guitarra eléctrica.
GUITARRA ACÚSTICA.


Guitarra acústica tipo Country

La guitarra acústica es un tipo de guitarra con cuerdas de nailon y alambre, pero también pueden estar hechas de metal, cuyo sonido se genera mediante la vibración de las cuerdas que se amplifican en una caja acústica de madera o algún acrílico. El adjetivo "acústica" es tomado directamente del inglés acoustic guitar por el uso que de dicho adjetivo hacen los anglófonos, para diferenciar la guitarra de caja con respecto a la guitarra eléctrica. Es claramente redundante, pues la guitarra, por definición, es un instrumento acústico. La guitarra acústica deriva de los diseños de C. F. Martin y Orville Gibson, principalmente, luthieres estadounidenses que desarrollaron su actividad principalmente a finales del siglo XIX. También son conocidas como western guitars (literalmente "guitarras del oeste"), lo que se acerca más a su naturaleza y a la clase de música que las hizo populares.
Como las españolas estas guitarras se llaman así por emitir su sonido sin ningún tipo de amplificación eléctrica, solo por transducción de la fuerza mecánica.
GUITARRA DE FLAMENCO.


En España existe una variante muy extendida, similar a la guitarra clásica, de la que es difícil distinguirla a simple vista, conocida como guitarra de flamenco o guitarra flamenca. Varía su sonido por una construcción ligeramente distinta y el uso de distintos tipos de maderas. La guitarra flamenca tiene un sonido más percusivo, su caja es un poco más estrecha, y generalmente las cuerdas están más cerca del diapasón.
La guitarra flamenca tiene menos sonoridad y ofrece menos volumen que una guitarra española de concierto, pero su sonido es más brillante, y su ejecución es más fácil y rápida, debido a la menor distancia de las cuerdas al diapasón, lo que permite que se pueda hacer menos presión con los dedos de la mano izquierda sobre el diapasón. Tradicionalmente las clavijas de afinación eran completamente de palo y se embutían en la pala de la guitarra de forma perpendicular a ella. Suele llevar debajo de la roseta o agujero un guardapúas, golpeador o protector (a veces también uno superior), para evitar que los rasgueos y golpes que se dan en la tapa armónica, tan típicos en el flamenco, afecten a la madera.
GUITARRA ELÉCTRICA.


Una guitarra eléctrica es una guitarra con uno o más transductores electromagnéticos llamados pastillas que convierten las vibraciones de las cuerdas en señales eléctricas capaces de ser amplificadas y procesadas. Hay tres tipos fundamentales de guitarras eléctricas: las de cuerpo sólido, las de cuerpo semisólido y las de cuerpo hueco. Históricamente las primeras en inventarse fueron las de cuerpo hueco, al derivarse de guitarras de caja a las que se incorporaba un micrófono para poderse escuchar en las bandas de jazz.
Las guitarras de cuerpo sólido carecen de caja de resonancia, de forma que el cuerpo es una pieza maciza (casi siempre de madera, pero hay algunos casos de plástico o metálicos -sobre todo experimentales) en el que van embutidas las pastillas. Las guitarras eléctricas de cuerpo semisólido se caracterizan por tener, a veces, agujeros al exterior con formas en "f" similares a los de las cajas de resonancia de los violines y otros instrumentos acústicos. Las guitarras semisólidas, tienen un bloque central para evitar los acoples. Algunas guitarras eléctricas también cuentan con un sistema en el puente que genera un efecto de vibrato mediante una palanca. La guitarra eléctrica necesita siempre ser conectada a un amplificador o a un sistema de amplificación, mediante un cable. Entre los fabricantes reconocidos de este tipo de guitarras se encuentran marcas como Gibson, B.C. Rich, Fender, Epiphone, Squier, Ibanez, PRS, Jackson, Parker, Cort, Yamaha, Dean, ESP, Schecter, entre otros.
GUITARRA ELECTROACÚSTICA.


Una guitarra electroacústica es una guitarra acústica a la que se le han añadido pastillas, micrófonos o transductores para amplificar su sonido. También son llamadas guitarras electrificadas, término que hemos de reputar sinónimo, y que resalta el hecho de que el sistema de previo puede haberse instalado en origen o por el propio usuario.
La electrificación de una guitarra de caja hace innecesario el uso del micrófono externo, ya que se conecta como una guitarra eléctrica a un amplificador. Ello evita en gran medida los acoples y facilita la labor del ingeniero de sonido en las grabaciones. Sin embargo, el sonido no es exactamente el mismo, ya que el micrófono que recoge el sonido se encuentra dentro de la caja y no fuera, que es donde se escucha el sonido real de la guitarra.
La diferencia entre una guitarra electroacústica de cuerdas de metal y una guitarra eléctrica de caja (que son las que se usan habitualmente en el jazz) es sobre todo el tipo de transductor: en la primera se emplea un transductor piezoeléctrico, que da un sonido más cristalino, agudo y natural; en la guitarra eléctrica se incorporan transductores electromagnéticos, que dan un sonido distinto, más cargado de frecuencias medias.
GUITARRA MIDI.


Son guitarras especiales o adaptadores para guitarras convencionales que permiten controlar un sintetizador vía MIDI (protocolo de transmisión de datos que permite enviar información musical entre distintos dispositivos conectados por medio de cables). De esta manera, un guitarrista que no tiene habilidad para ejecutar un teclado o un órgano electrónico puede dispararlos desde una guitarra MIDI.
Una técnica básica es la de utilizar un conversor monofónico de frecuencia de audio a MIDI tomando la señal de audio de la guitarra por medio de colocar un micrófono en la boca de la misma o por medio de su salida de audio. También se comercializan puentes más sofisticados que pueden detectar la vibración de cada cuerda por separado de tal forma de poder ejecutar acordes, es decir, que poseen polifonía de 6 voces o simultaneidad de disparo de notas.
GUITARRAS DEL RENACIMIENTO Y BARROCO.


Las guitarras del Renacimiento y Barroco son ancestros de las guitarras clásicas. Son más delicadas y producen un sonido más débil. Son más fáciles de distinguir de otras guitarras, ya que su cuerpo es más delgado y plano.
GUITARRA CAMPESINA (VIOLA CAIPIRA)


Esta guitarra, común en el folclore brasileño, tiene un tamaño inferior al de una guitarra española, aunque sus proporciones similares. Consta de cinco órdenes de cuerdas metálicas que a diferencia de las guitarras acústicas se pulsan con las uñas. Puede estar afinada de numerosas formas siendo habituales las afinaciones abiertas.
GUITARRAS RUSAS.


Estas guitarras contienen siete cuerdas en vez de seis. La afinación de esta guitarra es completamente distinta a la española, ya que no es simplemente una guitarra acústica con una cuerda añadida. Tradicionalmente, se utiliza una afinación abierta en Sol mayor. Otro instrumento popular ruso similar a la guitarra es la balalaica.
VARIACIONES SOBRE LA GUITARRA TRADICIONAL.
GUITARRA HORIZONTAL.


Desde sus inicios la guitarra fue objeto de experimentaciones muy numerosas, y solo una parte de estos instrumentos son todavía utilizados hoy, hasta de manera marginal.
Las primeras guitarras tenían cuatro cuerdas como los instrumentos de los que procedía, luego se agregó una quinta y posteriormente una sexta (el bordón), que terminó siendo el modelo estándar de seis cuerdas.
Una de las variaciones más frecuentes es aumentar el número de cuerdas. Por ejemplo doblando su número, de 6 a 12; las seis acostumbradas, acopladas individualmente a su octava respectiva (salvo las dos más agudas, que quedan duplicadas al unísono). Además de la guitarra de 12 cuerdas, tiene relativa importancia la guitarra tenor, de 4 (usada entre otros por el guitarrista de jazz Tiny Grimes). Ciertos músicos clásicos como Narciso Yepes tocan una guitarra de diez cuerdas, independientes o duplicadas.
Nada tiene que ver con el asunto del diseño el hecho de que algunos intérpretes ajusten su instrumento a su forma de tocar, como los miembros del grupo de rock The Presidents of the United States of America, que utilizan una guitarra en la que tres de las seis cuerdas han sido retiradas, y un bajo de dos cuerdas. De la misma manera, Keith Richards (guitarrista de los Rolling Stones), a menudo retira la cuerda de mi grave de sus guitarras.
También se pueden citar:
La guitarra fretless (sin trastes), cuyo mástil es completamente liso, sin trastes, con lo cual las notas se obtienen a manera de un violonchelo (la afinación no viene dada por el traste, sino que hay que “buscarla”). Son más comunes los bajos fretless.
La guitarra barítona, que tiene 6 cuerdas pero un tiro más largo.
Las guitarras para aprendizaje, de dimensiones reducidas (talla 1/2 o 3/4), para facilitar su ejecución por niños
La guitarra con doble diapasón. Permite tocar con dos distintas afinaciones (de manera alternativa o incluso simultánea) durante la misma obra, sin tener que cambiar de guitarra. La mayoría de las guitarras dobles tienen una guitarra con doce cuerdas y la otra con seis cuerdas. Existen otras versiones como el instrumento de Mike Rutherford, bajista de Genesis, que es una guitarra de doce pegado a un bajo.
La guitarra eléctrica sin clavijero, construida desde mediados de los años ochenta por la empresa Steinberger. El clavijero se encuentra en el puente de la guitarra, en lugar de estar en la cabeza.
La guitarra slide o guitarra horizontal. Se usa casi siempre con el slide o tubo de metal o vidrio que cubre todo el dedo. Muy utilizada por David Gilmour, guitarrista de Pink Floyd.
La guitarra de 7 cuerdas. Además de las 6 cuerdas de la guitarra, se le incorporan una séptima cuerda, más grave. La nota de la séptima cuerda es un SI. Existen también guitarras de 8 cuerdas con la misma idea. Incluso existen guitarras con otros instrumentos incorporados en el cuerpo de la guitarra como la Guitarra Pikasso que posee 42 cuerdas (de Pat Metheny).
La Foldaxe, guitarra plegable inventada por Roger Field para Chet Atkins para viajar (en el libro "Me and My Guitars" por Chet Atkins).
La dinarra, una guitarra dinámica microtonal.
La "Guitarra Arpa" (Arpguitar) guitarra con un clavijero añadido de 5 cuerdas más para hacer los bajos, y también otra entrada a la caja de resonancia que, a la cual también se le hace un agregado en forma de brazo ondulado.
La Guitarra-Sintetizador (Sinth-guitar) utilizada ocasionalmente por David Bowie, que resulta ser una guitarra con un sintetizador incorporado.


AFINACIÓN.
Las cuerdas de la guitarra se nombran de abajo hacia arriba ―desde las más agudas a las más graves― con números ordinales: primera cuerda o cuerda prima, segunda cuerda, tercera cuerda, etc. También se las conoce con el nombre de su nota de afinación, como se hace también en los violines, violas, violonchelos y contrabajos:
La cuerda mi (la primera cuerda, afinada en el mi4)
La cuerda si (la segunda cuerda, afinada en el si3).
La cuerda sol (la tercera cuerda, afinada en el sol3).
La cuerda re (la cuarta cuerda, afinada en el re3).
La cuerda la (la quinta cuerda, afinada en el la2).
La cuerda mi (la sexta cuerda, afinada en el mi2).
La misma afinación de las cuatro cuerdas graves bajada una octava (de la tercera a la sexta) es la correspondiente al bajo.
En algunas obras el compositor pide al guitarrista que baje dos semitonos (o sea un tono) la sexta cuerda ―desde el mi2 al re2―.
En las partituras las cuerdas se nombran con el número de la cuerda alrededor de una circunferencia.
A las tres cuerdas más graves ―la cuarta, quinta y sexta cuerda y, particularmente, a esta última― se les llama “bordones”, debido a que “bordonear” es la ejecución de un bajo acompañante de una obra de música.
También se cambian las tonalidades de las cuerdas poniendo una cejilla que se sitúa un traste más alto por cada semitono que se quiera aumentar. Por ejemplo si se coloca una cejilla en el primer traste la afinación sería la siguiente: fa4, do4, sol3, re3, la2, y fa2.
La guitarra de diez cuerdas es como la suma de una guitarra común de seis cuerdas y un contrabajo (afinado normalmente una octava grave: sol2, re2, la1 y mi1).
MÉTODO BÁSICO DE AFINACIÓN PARA GUITARRAS DE 6 CUERDAS.
El método clásico para afinar una guitarra es de oído. Para ello hay que seguir una serie de reglas.
Se ajusta una cuerda, preferiblemente la 5ª, a nuestro gusto o con alguna referencia si se va a tocar acompañado (Se suele ajustar a los 110 Hz).
Ahora, la 6ª cuerda pisada en el 5º traste suena igual que la 5ª cuerda tocada "al aire".
La 5ª cuerda en el 5º traste suena igual que la 4ª cuerda tocada "al aire".
La 4ª cuerda en el 5º traste suena igual que la 3ª cuerda tocada "al aire".
La 3ª cuerda en el 4º traste suena igual que la 2ª cuerda tocada "al aire". Es importante recordar esta diferencia.
La 2ª cuerda en el 5º traste suena igual que la 1ª cuerda tocada "al aire".
A esta forma de afinar se le llama "por unísonos" pero también se puede afinar "por armónicos" o combinar ambos métodos.
Cuando se han afinado todas las cuerdas conviene repasarlas, a ser posible con un método distinto.
POSIBLES REFERENCIAS PARA AFINAR.
La guitarra también puede ser afinada con respecto a:
Un diapasón, o silbato (herramientas acústicas que ofrecen un la para orientar al afinador).
Un afinador electrónico o programa informático.
Otros instrumentos.
La señal de un teléfono.-Sabias que cuando uno descuelga el teléfono, el sonido que se escucha indicándonos que tenemos línea, es la afinación perfecta de la nota la.
CORTE EN LA CAJA PARA NOTAS AGUDAS.
La forma de las guitarras no siempre es simétrica. Las guitarras eléctricas y algunas acústicas y clásicas suelen presentar una especie de curva para facilitar el acceso a los trastes más cercanos a la boca, para llegar hasta las notas más agudas. Este corte en la caja se suele llamar cutaway. Dependiendo de si el guitarrista es diestro o zurdo, la guitarra se construirá con el cutaway ubicado a uno u otro lado de la caja armónica.
EJECUCIÓN
La guitarra se toca apoyando la caja armónica sobre el regazo, con el mástil o diapasón hacia la izquierda. Esto hace que las cuerdas más graves queden arriba y las más agudas abajo.
Para tocar la guitarra se apoyan los dedos de la mano izquierda (la derecha para los zurdos) sobre las cuerdas, oprimiéndolas contra el diapasón entre los trastes justo después del que delimitará el segmento de cuerda que vibra, de manera que quede libre la longitud correspondiente a la nota musical deseada.
Una vez que se ha fijado de esta manera la longitud de todas las cuerdas o de las cuerdas que se desea pulsar, la mano derecha las rasguea, puntea o arpegia, generando una melodía si toca un sonido por vez, un acorde si se ejecutan dos sonidos o más, o una armonía si se arpegia ese acorde.
En la guitarra eléctrica se suelen utilizar diversas técnicas principalmente en el rock. Entre ellas se encuentran el tapping (popularizado por Eddie Van Halen), el sweep picking (Yngwie J. Malmsteen, Jason Becker), el palm mute, etc.
GUITARRAS Y ZURDOS. Así como en algunos instrumentos, por ejemplo, el piano o la flauta, varían muy poco en función de la lateralidad del intérprete, otros como la guitarra y las cuerdas de la orquesta, violines, violas, violoncelos y contrabajos realizan con cada mano una tarea distinta. Sobre este tema hay posiciones encontradas sin que nunca se llegue a un acuerdo respecto a la ventaja o desventaja de cambiar la manera común de tocar con el mástil de la guitarra a la izquierda.
Por otro lado, debido a la poca disponibilidad en el mercado de guitarras adaptadas para zurdos, que se acentúa en las tiendas pequeñas, la mayoría de guitarristas zurdos que aprenden a tocar la guitarra lo hacen como diestro (es decir, poniendo la guitarra con el mástil del lado de la mano izquierda), como Mark Knopfler o Gary Moore.
Son muchos los guitarristas zurdos que tocan con la guitarra girada, con el mástil del lado de la mano derecha, invirtiendo también el orden de las cuerdas, para que las bordonas queden sobre las agudas, como Paul McCartney, el bajista-guitarrista de The Beatles. En el caso de que el guitarrista quiera usar una guitarra con cutaway (hueco en la caja que permite tocar mejor las notas más agudas), la construcción del instrumento suele ser especial para zurdos, con los controles, las salidas, el clavijero y los recortes y acomodos de la forma de la guitarra hechos como una imagen especular de una guitarra común. Estos guitarristas no suelen poder tocar con las guitarras comunes.
Aun así existe una tercera opción, aunque son pocos los guitarristas zurdos que ―tocando con la guitarra al revés― mantienen las cuerdas tal como se ubican en el orden normal de la guitarra, aunque las notas graves quedan abajo. Esto implica aprender nuevas posiciones de dedos para poner los mismos acordes y tocar invirtiendo el gesto del rasgueo y el punteo: en vez de hacerlo normalmente hacia abajo, lo hacen hacia arriba. Sin embargo, como de esta manera pueden tocar con guitarras comunes, algunos guitarristas zurdos del segundo tipo como Jimi Hendrix o Kurt Cobain han aprendido también a tocar de esta manera.

viernes, 13 de julio de 2012

EL BOLERO

HABLEMOS SOBRE EL BOLERO


EL BOLERO CUBANO Y SU EVOLUCIÓN.-El bolero cubano es enteramente nuestro. (Gonzalo Roig)   Por María Argelia Vizcaíno:

En el mes de julio de 1792, encontramos la primera mención que se hace en Cuba del Bolero, en el diario Papel Periódico de La Habana; pero nos aclara Natalio Galán en "Cuba y sus Sones" que "era muy españolizado". Observando que para 1836 éste cambia, asemejándose a la forma que se desarrolló en la etapa republicana (1902-1958). Si buscamos las raíces de nuestro Bolero encontramos una parte en el Bolero español conocido por más de trescientos años, pero en Cuba sufrió una metamorfosis para llegar al actual, y poco a poco le cambiaron el ritmo, forma y giros melódicos. Esteban Pichardo, en 1836, vio la diferencia entre el Bolero cubano al español porque en este último la danza transcendía a la canción, y en nuestras Boleras (como se le llamaban entonces), el canto tenía tanta importancia como el baile, pero en realidad en lo único que se parecen es en el nombre. Nuestras Boleras fueron una danza popular que usaban desde 4 a 8 o más parejas. En aquel entonces también existía La Cachucha, una variante del Bolero español, que se popularizó en La Habana de 1840 por Fanny Elssler, y se bailaba por una sola persona (hombre o mujer). Y el Bolero español (de 3x4) que era más coreográfico sólo podían haber 1 ó 2 parejas. Por lo que al ser Cachucha y Bolero español bailes exclusivos para buenos bailadores o bailarines, y las Boleras un baile y canción popular, prevalece el nuestro, y a la hora de definir se queda con el nombre Bolero porque como escribió Galán, tenía raíces más profundas "teatralmente determinadas". En 1840 se observa la transición del Bolero al compás 2x4, y en el 60 la desaparición de la seguidilla que la purifica de sus hispanismos (pues eran las repeticiones y ayes intercalados inevitables en el bolero español). En el 1870 le acompañará el Cinquillo que ha sido fijado en casi todas las composiciones cubanas, al decir de Helio Orovio en su Diccionario de la Música Cubana, "remitiéndola a la mano izquierda acompañante del piano", y para 1890 abundan los boleristas orientales entregados a una estilística muy propias del género. Y se ven a estos convirtiendo los Boleros en Danzones (unión del "Contradanza" con el "Son"), pues quitándoles a los primeros la letra lo usaban en la parte del violín del Danzón. Aunque se reconoció al Danzón como baile y al Bolero como canción. El Bolero tampoco tiene una paternidad reconocida pues cuando se formaba nadie tomó nota, pues era muy atacado por los costumbristas. Entre sus más tempranos cultores tuvimos al santiaguero Pepe Sánchez, que algunos escritores dicen fue el creador del primer bolero titulado Tristezas en 1885. Esta idea está tan generalizada que hasta en el Museo Cubano de Arte y Cultura de la ciudad de Miami se celebró en 1985 los 100 años de haberse escrito el primer bolero cubano. Este origen es muy dudoso basándonos en las investigaciones del mejor Historiador y Musicógrafo que haya tenido nuestro país, Natalio Galán. Tampoco otro grande, el Dr. Cristóbal Díaz Ayala lo tiene en cuenta en su libro como creador de un género, ni la Dra. Elena Pérez Sanjurjo así lo considera, entre otros de extraordinarios conocimientos, y es que antes de esa fecha se hicieron boleros como el bolero-mambo San Pascual Bailón de Manuel Saumell (1817-70) que se inscribió como congó-contradanza porque fue el movimiento cumbre de la Contradanza, y otro caso igual pasó con la Contradanza La Valentina de Tomás Buelta y Flores que se estrenó en el Tacón el 23 de febrero de 1841 con toda la gracia del Bolero al 2x4. Como siempre antes de terminar estás ideas recurro a los libros Vida y Milagros de la Farándula en Cuba del polifacético y enciclopédico Rosendo Rosell, para quedar convencidos que muchos de los que han escrito sobre este tema no han buscado las mejores fuentes, la mayoría repite sin haber investigado a fondo.

ALGO MÁS SOBRE EL BOLERO

Nos quedo claro que el bolero es un género musical de origen cubano muy popular en los países latinoamericanos. El género es identificable por algunos elementos rítmicos en formas de composición que aparecieron en el folclore cubano durante el siglo XIX, como el danzón y especialmente la habanera.
A continuación otra visión del bolero, a pesar de haber similitudes en ambos estudios, también encontraremos aportes informativos nuevos.
El bolero cubano está relacionado con el bolero español (una danza de compás ternario del siglo XVIII). Sin embargo, el género cubano desarrolló una célula rítmica parecida, aunque en compás cuaternario.
En 1793 se informa la existencia de los primeros cantantes ―como Nicolás Capouya (quien no dejó composiciones escritas) y Javier Cunha― que componían canciones con ciertas similitudes con el bolero, tanto musicales como temáticas.
Según el musicólogo cubano Argeliers León, la música yucateca de México jugó un papel importante en el nacimiento del bolero cubano, por la mezcla de rasgueado y punteado, que se introdujo a la isla a finales del siglo XlX como un nuevo estilo de acompañamiento en la guitarra.
El bolero típico cubano surgió definitivamente alrededor de 1840. Como ya se comento con anterioridad se acepta que el primer bolero fue Tristezas, escrito por el cubano José Pepe Sánchez en Santiago de Cuba en 1886 . A continuación una versión del tema "TRISTEZAS" considerado el primer bolero en el mundo , toda una joya musical...¡Disfruten de este vídeo!


Aunque algunos difieren de la fecha, lo importante es que esa pieza dio origen formal al género y con el acompañamiento musical que denominamos «clásico» (las guitarras y la percusión). Así, el bolero evolucionó de música de cantinas y peñas a música de serenatas.
La importancia musical de Cuba se hizo sentir no sólo con el bolero sino con el son, el danzón, entre otros. Los países de la cuenca del gran Caribe hispano adoptaron el producto que Cuba les daba entre los años veinte y los treinta. Eso permitiría la fusión y el engrandecimiento del bolero con otros géneros musicales, lo que dio como resultados los subgéneros: bolero rítmico, bolero cha-cha-chá, bolero mambo, el bolero ranchero (mezcla de bolero y mariachi mexicano), el bolero son (creación de Miguel Matamoros), el bolero moruno (bolero con mezclas gitanas e hispánicas) e inclusive la bachata, una especie de bolero originado en los suburbios marginados de República Dominicana.
Primero sería la era de los tríos de guitarra, luego las grandes orquestas tropicales, las orquestas al estilo big band y por último, verdaderas orquestas sinfónicas que darían forma al acompañamiento musical del bolero que durante casi treinta años (1935-1965) dominó, como género, el espectro musical latinoamericano.
También fue fundamental el desarrollo de los recursos comunicativos de la época como la radio, las películas, los programas en vivo en televisión y las grabaciones en discos, primero los de 78 rpm (revoluciones por minuto), luego lo de 45 rpm y finalmente los de 33 rpm, llamados LP (long plays). Cuba y México se convirtieron en las verdaderas mecas para los centros artísticos, y muchos artistas de toda la región participaron y se destacaron como compositores e intérpretes.
Otro factor que contribuyó al auge de la era dorada del bolero lo constituye el relativo aislamiento cultural de América Latina en los años cercanos y posteriores a la primera guerra mundial. Esto permitió al bolero cultivarse y desarrollarse "con calma", sin claras competencias que lo amenazaran. A su vez, la existencia de regímenes militares de facto influyó curiosamente en el éxito del bolero, pues a estos gobiernos les convenía ver a la población entretenida en sus gustos, para que olvidaran la política. Por ello, la era dorada del bolero está asociada en gran parte al periodo de las dictaduras de los años treinta, cuarenta y cincuenta. Así mismo, la difusión de ídolos por medio del cine le dio una enorme difusión y vigencia.


Indiscutiblemente con el bolero, pasaría lo mismo que con otros géneros de música bailable, como el mambo y el cha-cha-chá, no totalmente pero fueron sustituidas hasta nuestros días por el son montuno, guaracha o el nombre comercial salsa y otros géneros como la bachata o el merengue.
No podemos sin embargo afirmar que el bolero muriese. Muchos de sus exponentes originales, como Orlando Contreras, Rolando Laserie, Alfredo Sadel o Daniel Santos, seguirían interpretándolo hasta el final de sus días.
Por otro lado, el tono romántico de las baladas posteriores siempre estuvo influenciado por el bolero. Tal como hacían compositores como Armando Manzanero, disfrazando de baladas sus composiciones. También intérpretes como Marco Antonio Muñiz y José José confiesan que lo que interpretan son boleros pero arreglados musicalmente como baladas pop.
A partir del año 2000 existió una resurrección del bolero, realizada por Carlos Cuevas, Alejandro Fernández, Edith Márquez, Luis Miguel, Mijares, Guadalupe Pineda y Charlie Zaa, entre otros.
El ritmo del bolero es de un compás de cuatro tiempos. En el primer tiempo, la pareja, uno frente a otro y con los cuerpos pegados, solo mueve la pelvis, en el segundo da un paso rápido, en el tercero también, y en el cuarto da un paso lento; todo esto mientras se gira lentamente hacia la izquierda. Esta forma de bailar tan simple lo hizo popular en todo el mundo, en todos los ambientes y entre todas las clases sociales.
Algunos videos de otros exponentes del bolero.





jueves, 12 de julio de 2012

EL TANGO

HABLEMOS UN POCO SOBRE “EL TANGO”




El tango es un género musical tradicional de Argentina y Uruguay, nacido de la fusión cultural entre emigrantes europeos, descendientes de esclavos africanos y de los nativos de la región del Río de la Plata. Musicalmente suele tener forma binaria (tema y estribillo) o ternaria (dos partes a las que se agrega un trío). En esencia, es una expresión artística de fusión, de naturaleza netamente urbana y raíz suburbana («arrabalero»), que responde al proceso histórico concreto del mestizaje biológico y cultural de la población rioplatense pre-inmigración y la inmigración masiva, mayoritariamente europea, que reconstituyó completamente las sociedades rioplatenses, a partir de las últimas décadas del siglo XIX.
Su interpretación puede llevarse a cabo mediante una amplia variedad de formaciones instrumentales, siendo las más características el cuarteto de guitarras, el dúo de guitarra y bandoneón, el trío de bandoneón, el piano y contrabajo, así como la orquesta típica o el sexteto.
Las letras de sus canciones están compuestas basándose en un argot local llamado lunfardo que, suelen expresar las tristezas, especialmente «en las cosas del amor», que sienten los hombres y las mujeres de pueblo, circunstancia que lo emparenta en cierto modo con el blues, sin que por ello obvie  al tratamiento de otras temáticas humoristas y políticas.
Enrique Santos Discépolo, uno de sus máximos poetas, definió al tango como «un pensamiento triste que se baila».
En 2009 fue presentado por los presidentes de la Argentina y Uruguay para ser incluido, y finalmente aprobado en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) de la Humanidad por la Unesco.
Sobre la etimología de la palabra Tango.- El término parece provenir del idioma ibibio (idioma de la familia lingüística Níger-Congo), tamgú: ‘tambor’ y ‘bailar (al son del tambor)’. Se desconoce a ciencia cierta si la palabra española tambor proviene de este ibibio tamgú o del árabe hispánico tabal. En el siglo XIX, en la isla El Hierro (de las islas Canarias) y en otros lugares de América, la palabra «tango» significaba ‘reunión de negros para bailar al son del tambor’.
A finales del siglo XVIII (entre 1780 y 1791) el cabildo de la Buenos Aires emitió a saber al menos tres informes al virrey, denunciando las prácticas musicales y religiosas de los esclavos. Una de ellas se efectuó en 1789, Manuel Warnes (entonces funcionario del cabildo de Buenos Aires), elevó una denuncia contra ciertas prácticas de los esclavos africanos y sus descendientes (esclavos afroargentinos) residentes en Buenos Aires diciendo lo siguiente: "No permitan semejantes bailes y juntas las del tango, porque en ellas no se trata sino del robo y de la intranquilidad para vivir los negros con libertad y sacudir el yugo de la esclavitud".
En los albores del siglo XIX, el cabildo de Montevideo certificó la existencia de los Candombes, a los que llama alternativamente Tangos o Tambos, prohibiéndoles llevar a cabo su actividad escénica bajo el argumento de la lesión a la moral pública y castigando a sus cultores. Una resolución del Cabildo de Montevideo de común acuerdo con el gobernador Francisco Javier Elío del 26 de setiembre de 1807, cuyo título es "Sobre Tambos bailes de negros" reza: "Que respecto á que los bailes de negros son por todos motivos perjudiciales, de prohíban absolutamente dentro y fuera de la Ciudad, y que se imponga al que contravenga el castigo de un mes á las obras publicas". En el Índice General de Acuerdos, un libro manuscrito de esa misma época, se utiliza la palabra Tangos por Tambos.
El historiador Ricardo Rodríguez Molas investigó los lenguajes de los esclavos llevados a la Argentina. La mayoría provenía de etnias de Congo, el golfo de Guinea y el sur de Sudán. Para ellos, tangó significaba ‘espacio cerrado’, ‘círculo’ y cualquier espacio privado al que para entrar hay que pedir permiso. Los traficantes de esclavos españoles llamaban «tangó» a los lugares donde encerraban a los esclavos, tanto en África como en América. El sitio donde los vendían también recibía ese nombre. Antes de 1900 a este género se lo llamaba «tango canyengue », palabra de origen africano. Los negros porteños la pronunciaban caniengue y desde 1900 los blancos lo escribieron y pronunciaron canyengue (con la ye porteña).
El «caminar canyengue» es una manera de caminar del compadrito, de cadenciosos movimientos de cadera. También se lo llama «caminar arrabalero», siendo «arrabal», los suburbios o barrios bajos de las antiguas ciudades de Buenos Aires y Montevideo (en esta ciudad era característica la zona del Bajo con la calle Yerbal). Como lo representa Tita Merello en la película Arrabalera (1945).
El Diccionario de la Lengua Española de la RAE, en su edición de 1899, definía al tango como una ‘fiesta y danza de negros o de gente del pueblo, en América’ y también, como segunda acepción, ‘la música de esa danza’. Es interesante notar que el diccionario le suponía al término un origen latino que hoy parece erróneo, es decir, a partir de la 1ª pers. sing. de tangir (ego tango), evolución romance del verbo latino tangere, i.e. tañer un instrumento. El error persistía en la edición de 1914. Las siguientes ediciones eliminaron la aventurada etimología.
La edición de 1925 definía al tango como antes, aunque ya sin la errónea etimología latina, y agregaba: ‘Danza de alta sociedad importada de América al principio de este siglo’. Esto evidencia que el tango había pasado de ser de clase baja a la clase alta. También se agregaron más acepciones: ‘Música de esta danza’ y ‘tambor de Honduras’. En el creole que se habla en los «morenales» de la costa caribeña de Honduras (de población mayoritariamente negra) se conservan muchas palabras originales africanas. La edición de 2001, la vigésima segunda, definió el tango como un ‘baile rioplatense, difundido internacionalmente, de pareja enlazada, forma musical binaria y compás de dos por cuatro’. El término gotán significa ‘tango’ en vesre.
Es generalmente aceptado que la utilización de esta palabra a principios del siglo XIX no certifica vinculación alguna con el Tango que se surgió a fines de ese mismo siglo.
El término parece provenir del idioma ibibio (idioma de la familia lingüística Níger-Congo), tamgú: ‘tambor’ y ‘bailar (al son del tambor)’. Se desconoce a ciencia cierta si la palabra española tambor proviene de este ibibio tamgú o del árabe hispánico tabal. En el siglo XIX, en la isla El Hierro (de las islas Canarias) y en otros lugares de América, la palabra «tango» significaba ‘reunión de negros para bailar al son del tambor’.
A finales del siglo XVIII (entre 1780 y 1791) el cabildo de la Buenos Aires emitió al menos tres informes al virrey, denunciando las prácticas músicales y religiosas de los esclavos. Una de ellas se efectuó en 1789, Manuel Warnes (entonces funcionario del cabildo de Buenos Aires), elevó una denuncia contra ciertas prácticas de los esclavos africanos y sus descendientes (esclavos afroargentinos) residentes en Buenos Aires diciendo lo siguiente: "No permitan semejantes bailes y juntas las del tango, porque en ellas no se trata sino del robo y de la intranquilidad para vivir los negros con libertad y sacudir el yugo de la esclavitud".
En los albores del siglo XIX, el cabildo de Montevideo certificó la existencia de los Candombes, a los que llama alternativamente Tangos o Tambos, prohibiéndoles llevar a cabo su actividad escénica bajo el argumento de la lesión a la moral pública y castigando a sus cultores. Una resolución del Cabildo de Montevideo de común acuerdo con el gobernador Francisco Javier Elío del 26 de setiembre de 1807, cuyo título es "Sobre Tambos bailes de negros" reza: "Que respecto á q. los Bailes de negros son por todos motivos perjudiciales, de prohivan absolutam. dentro y fuera de la Ciudad, y que se imponga al que contrabenga el castigo de un mes álas obras publicas". En el Índice General de Acuerdos, un libro manuscrito de esa misma época, se utiliza la palabra Tangos por Tambos.
Si bien el tango reconoce lejanos antecedentes africanos, latinoamericanos y europeos, sus orígenes culturales se han fusionado de tal modo que resulta casi imposible reconocerlos.
Se sabe que el argot del tango, el lunfardo, está plagado de expresiones italianas y africanas; que su ritmo y clima nostálgico tiene un cercano parentesco con la habanera cubana; y que «tango, milonga, malambo y candombe», son parte de una misma familia musical de raíces africanas y también de las costumbres provenientes de los gauchos que migraron a la ciudad.
Sin embargo el tango no se confunde ni deriva de ningún estilo musical en particular. Ernesto Sábato dijo que por sobre todas las cosas el tango es un híbrido, una expresión original y nueva que deriva de una movilización humana gigantesca y excepcional.
El tango apareció en el Río de la Plata y sus zonas de influencia. En la presentación conjunta de Argentina y Uruguay ante la UNESCO para el reconocimiento del Tango como patrimonio inmaterial de la humanidad, reza: "El Tango nació entre las clases bajas de ambas ciudades [Buenos Aires y Montevideo] como una expresión originada de la fusión de elementos de las culturas afroargentinas y afrouruguayas, auténticos criollos e inmigrantes europeos. Como resultado artístico y cultural de este proceso de hibridación, el Tango es considerado hoy en día como uno de los principales signos identitarios del Río de la Plata." Otras fuentes afirman que surgió primero en Buenos Aires y en la zona del actual Gran Buenos Aires, en la segunda mitad del siglo XIX, en el marco socio-cultural de las grandes oleadas migratorias de los más variados orígenes internos y externos, que recibió entonces esa región. Por su parte, el escritor argentino Jorge Luis Borges dijo: "Buenos Aires, Montevideo y Rosario son los tres lugares que se han disputado el nacimiento del tango", cosa que se asemeja bastante a la realidad de la temática.
Otros puertos fluviales como en Campana y Zárate también registran antiguos antecedentes tangueros. Se trató de una música eminentemente popular, rechazada y prohibida por las clases altas y la Iglesia Católica, por lo que se desarrolló en los barrios pobres de los suburbios (los arrabales), los puertos, los prostíbulos, los bodegones y las cárceles, donde confluían los inmigrantes y la población local, descendientes en su mayoría de indígenas y esclavos africanos.
Allí se fueron fusionando libremente las formas musicales más diversas (candombe, payada, milonga, habanera, tango andaluz, polca, vals, etc.), provenientes de los orígenes más diversos (africanos, gauchos, hispanos coloniales, indígenas, italianos, judíos, alemanes, andaluces, cubanos, etc.), hasta formar el tango. Se estima que la transición duró alrededor de cuarenta años para afianzarse como un género plenamente constituido en la última década del siglo XIX.
En 1857, el músico español Santiago Ramos compuso uno de los primeros temas de aire tanguero que se conozca, Tomá mate, che, un tango con letra rioplatense pero con arreglos musicales de estilo andaluz. El tema formaba parte de la obra El gaucho de Buenos Aires, estrenada en el Teatro de la Victoria. En 1874 se ha documentado el primer tango que alcanzó difusión popular masiva. Se trata de El queco, también de estilo musical andaluz, con una letra sobre las «chinas» (las mujeres argentinas de origen indígena o africano) que trabajaban de prostitutas en los burdeles.
En 1876 se hizo muy popular un tango-candombe llamado El mereguengué, que se convirtió en éxito en los carnavales afroargentinos que se celebraron en febrero de ese año. Se interpretaba con guitarra, violín y flauta, además de los tambores de candombe afroargentino (llamador y repicador).
El bandoneón, que le dio forma definitiva al tango, recién llegaría al Río de la Plata allá por el 1900, en las valijas de inmigrantes alemanes. No existen partituras de esta etapa originaria, porque los músicos de tango de entonces no sabían escribir la música y probablemente interpretaban sobre la base de melodías existentes, tanto de habaneras como de polcas. La primera partitura de la que existe registro (pero sin autor) es La canguela (1889) y se encuentra en el Museo de la Partitura de la Ciudad de Rosario. Por otro lado, del primer tango porteño, que se tiene registro (con autor registrado) es El entrerriano ―estrenado en 1896 e impreso en 1898― del afroargentino Rosendo Mendizábal
Los títulos procaces pueden ser consultados en un anexo especial. Varios años después, a partir de los años treinta, los gobiernos militares y autoritarios, prohibieron las letras y títulos, por lo que la mayoría de ellos desaparecieron, mientras que otros fueron rescritos, como el famoso Concha sucia, que fue rescrito por Francisco Canaro como Cara sucia.

CARLOS GARDEL.- El cantautor símbolo mundial del tango.




Poco antes de que comenzara la Primera Guerra Mundial en 1914 el emperador de Alemania, Guillermo II prohibió que los oficiales prusianos bailaran el tango si vestían uniforme. El órgano oficial del Vaticano, L’Osservatore Romano, apoyó abiertamente la decisión en los siguientes términos:
El káiser ha hecho lo que ha podido para impedir que los gentilhombres se identifiquen con la baja sensualidad de los negros y de los mestizos. ¡Y algunos van por ahí diciendo que el tango es como cualquier otro baile cuando no se lo baila licenciosamente! La danza tango es, cuanto menos, una de aquellas de las cuales no se puede de ninguna manera conservar ni siquiera con alguna probabilidad la decencia. Porque, si en todos los otros bailes está en peligro próximo la moral de los bailarines, en el tango la decencia se encuentra en pleno naufragio, y por este motivo el emperador Guillermo lo ha prohibido a los oficiales cuando estos vistan uniforme.
En aquellos años, en los que los hijos de familias ricas llevan a París el tango que habían aprendido en su frecuentación de los lupanares, comienza una nueva era para el género, con el aporte de músicos mejor preparados y la incorporación de letras evocativas del paisaje del suburbio, de la infancia y de amores contrariados.
La canción de tango comenzó a interpretarse desde 1850, pero no era tal porque el estilo vocal estaba ligado a la habanera y tangos españoles, sin una personalidad tanguera definida. Los cantantes de entonces no eran profesionales ni tampoco se conocía la voz del tango. El tango se cantaba como tango milongueado y los versos eran picarescos, lo que escandalizaba a la alta sociedad porteña. Los cantantes de que se habían destacado en la primera década de 1900 fueron Lola Membrives, Linda Thelma y Ángel Villoldo, entre otros. Los primeros éxitos de aquel tango fueron Hotel Victoria, El porteñito y el gran suceso La morocha de 1908. En Buenos Aires había gran cantidad de cantores que interpretaban estilos nacionales, zambas y chacareras.
Carlos Gardel, quien se inició como payador alrededor de 1910, es el más recordado cantante de tango de los años veinte y treinta. Muchos de los temas que interpretaba los compuso él mismo y encargó sus letras a su inseparable compañero, el poeta Alfredo Le Pera. Gardel, que comenzó su carrera en comités políticos de los suburbios fabriles de Buenos Aires, cantó en París y en Nueva York, filmó varias películas en EE. UU. Se convirtió en un mito para los rioplatenses cuando murió en un accidente de aviación en Medellín (Colombia). Algunos de los tangos famosos de esta primera época son La cumparsita, El choclo, Caminito, El día que me quieras, Por una cabeza, etc.

EDAD DE ORO
Músicos como Juan Carlos Cobián, Pascual Contursi, Juan D´Arienzo, Julio De Caro, Osvaldo Fresedo, cantantes como Sofía Bozán, Ignacio Corsini, Enrique Maciel, Agustín Magaldi, Rosa Quiroga, integraron lo que se conoció como la «nueva guardia» del tango en aquella época. Entre ellos, muchos fueron los descendientes de inmigrantes italianos, como Osvaldo Pugliese (apodado «el Santo del Tango»).
La del cuarenta fue una década dorada para el género, que se interpretaba ya en locales nocturnos de lujo, cuyos ambientes alimentaron a su vez a los letristas, que en sus versos contraponían el lujurioso cabaret y los desbordes de la vida nocturna a la infancia en el arrabal, paisaje éste que adquirió entonces ribetes míticos de paraíso perdido.
Grandes orquestas, como las de Juan D’Arienzo (1900-1976), Carlos Di Sarli (1903-1960), Osvaldo Pugliese (1905-1995), Aníbal Troilo (1914-1975), Horacio Salgán (1916-), Ángel d’Agostino o Miguel Caló actuaban a la vez en los cabarés del centro y en salones barriales, y, con ellos, creció enormemente la industria discográfica en la Argentina. Letristas de gran vuelo ―Enrique Cadícamo, Cátulo Castillo, Enrique Santos Discépolo, Homero Manzi― dieron al tango composiciones inolvidables, signadas por la amarga crítica de costumbres (Discépolo), el matiz elegíaco y las metáforas inspiradas en grandes poetas (Manzi, Castillo), la recurrente pintura de ambientes sofisticados con resonancias del poeta modernista Rubén Darío (Cadícamo). Otros notables cantantes de la época fueron el Polaco Goyeneche, Edmundo Rivero, Ángel Vargas, Francisco Fiorentino, Héctor Mauré y Alberto Podestá. Por su parte, Homero Expósito y José María Contursi también escribieron las letras de algunos tangos.

AÑOS SESENTA Y SETENTA



El dúo Ástor Piazzolla-Horacio Ferrer, decisivos en la renovación del tango en los años sesenta. Desde fines de los años cincuenta comenzarían a surgir corrientes tangueras renovadoras. Los primeros fueron músicos como Mariano Mores y Aníbal Troilo que empezaron a experimentar con nuevas sonoridades y temáticas. Pero el renovador indiscutido fue el marplatense Ástor Piazzolla. Ástor Piazzolla alternaba entre las tardes de música clásica en el Teatro Colón y su pasión por Ígor Stravinski y Béla Bartók, con las noches de tango, y su desempeño como bandoneonista y arreglador musical de la orquesta de Aníbal Troilo (1914-1975). Fusionando creativamente las influencias más diversas, Piazzolla introdujo en el tango armonías disonantes y bases rítmicas intensas y nerviosas que produjeron una transformación radical del género.
La música de Piazzolla produjo una apasionada controversia entre tradicionalistas y renovadores, sobre si «eso» era o no tango. El punto culminante de esa controversia fue el Festival de la Canción de Buenos Aires realizada en el Luna Park en 1969, en el que Ástor Piazzolla y el uruguayo Horacio Ferrer presentaron un valsecito tanguero, Balada para un loco, interpretado por Amelita Baltar en la sección correspondiente al tango. La canción produjo un escándalo descomunal que llevó a los organizadores a cambiar las reglas para evitar que Balada para un loco ganara el festival. Pese a ello, el nuevo tango-canción, ganó la adhesión popular, especialmente entre los jóvenes y se volvió un éxito de ventas como hacía años que el tango no tenía.
El dúo Piazzola y Ferrer realizaron otras obras de amplia difusión popular como el tango Chiquilín de Bachín (1968) o la «ópera-tango» María de Buenos Aires (1967), que incluye la bella Fuga y misterio. Piazzolla aportaría composiciones fundamentales como sus Cuatro estaciones porteñas (Verano porteño, Otoño porteño, Invierno porteño y Primavera porteña), la serie del ángel (entre ellas Milonga del ángel y La muerte del ángel), Libertango, Decarísimo y por sobre todas Adiós Nonino, a la muerte de su padre.
Piazzolla también aportó decisivamente a la renovación instrumental del tango con su octeto, que incluía instrumentos hasta entonces absolutamente ajenos al tango, como los eléctricos (guitarra, bajo, teclados, sintetizador), la batería y el saxo. También con él ingresaron al tango instrumentistas de excepción como el violinista Antonio Agri y el guitarrista Cacho Tirao, y un cantante como José Ángel Trelles quienes sumarían sus talentos a experimentados del género como Enrique Kicho Díaz, Osvaldo Manzi o Jaime Gosis entre otros. Piazzolla también realizó una audaz fusión tango-jazz con el saxofonista estadounidense Gerry Mulligan en 1974 (registrado en el álbum Reunión cumbre) e influyó considerablemente en el subgénero conocido como rock nacional argentino, desarrollado a partir de la segunda mitad de los años sesenta.
En esas dos décadas de renovación surgieron también otros autores e intérpretes de gran importancia como Eladia Blázquez (Con el corazón al sur, Si Buenos Aires no fuera así, Sueño de barrilete, etc.), Chico Novarro (Cordón, El balance, Cantata a Buenos Aires), Cacho Castaña (Café La Humedad), el Sexteto Tango, el octeto coral Buenos Aires 8, con un álbum excepcional en 1970, Buenos Aires Hora 0, las nuevas sonoridades introducidas por Osvaldo Berlingieri (1928) desde el piano43 y su asociación con Ernesto Baffa (Baffa-Berlingeri), la voz juvenil y romántica de Susana Rinaldi, la madurez compositiva de Leopoldo Federico (El último café, Qué falta que me hacés), el revolucionario álbum Concepto (1972) de Atilio Stampone, Rodolfo Mederos a quien se consideraba como «la cabeza visible de una nueva música porteña en los años setenta», etc. También debe mencionarse aquí al último Goyeneche de la «garganta de arena» según el cantautor Cacho Castaña que desarrolló el arte de «decir» el tango, cuando paradójicamente alcanzó el pico más alto de la devoción popular.
En estas dos décadas el tango sufrió también la confrontación generacional y contracultural que llevaron adelante los movimientos juveniles en todo el mundo, con expresiones como el verano del amor de 1967 y el movimiento hippie en EE. UU., el Mayo francés de 1968, que tuvieron en la música rock y en la revolución sexual, dos de sus códigos de referencia común. En la Argentina, esto se manifestó como una confrontación de contenido generacional entre tango y rock: el tango era la música de «los viejos»; el rock era la música de los jóvenes. Sin embargo, era justamente este declive del Tango como género musical y bailable que causaba un elevado interés por parte de muchos intelectuales argentinos. A partir de la escritura de varias interpretaciones historiográficas del tango una gran parte del campo intelectual ejercía una crítica social y política del país. La fuerte tendencia de peronización del campo intelectual se podía ver materializada en el nuevo interés que despertaba la historiografía del tango.

AÑOS OCHENTA EN ADELANTE
En 1983 se estrenó en París el espectáculo Tango argentino, creado y dirigido por Claudio Segovia y Héctor Orezzoli, coreografiado por Juan Carlos Copes, con la participación de bailarines como el propio Copes, María Nieves, Gloria y Rodolfo Dinzel, Pablo Verón, Miguel Zotto y Milena Plebs, y Virulazo y Elvira. La obra fue presentada en 1985 en Broadway (Nueva York), obteniendo un resonante éxito que marcó el renacimiento mundial del tango.
Desde hace pocos años (comenzando precisamente a partir de determinados períodos de la obra de Piazzolla) se observa que el fenómeno de aculturación mundial que deriva en fusiones musicales entre lenguajes, si bien de origen geográfico cierto, considerados como universalmente difundidos (jazz, rock, heavy metal, música electrónica) y músicas étnicas o locales, también ha llegado al tango. Se trata de fusiones del tango con el jazz, el rock, el heavy metal y la electrónica, siendo esta última la más difundida, con ejemplos tales como Bajofondo Tango Club, Idealtango, Narcotango, Gotan Project y Tanghetto. Entre aquellos que fusionan con el jazz, se puede encontrar al saxofonista y compositor Jorge Retamoza, al pianista Adrián Iaies, el contrabajista Pablo Aslan o al saxofonista Miguel de Caro, entre otros. Existen fusiones vinculadas con el metal en bandas como Arraigo, quienes incorporan instrumentos y melodías de tango, entre otras expresiones del folclore río platense.
Además, existen diversas orquestas en su mayoría conformadas por jóvenes músicos que pretenden rescatar y reinterpretar con nuevos códigos el tango, entre ellas se destaca… Puñaladas, Las Bordonas, Altertango, Alfredo Piro, y Astillero. A partir de los años noventa, varios músicos provenientes del rock nacional, como Daniel Melingo y Rodolfo Gorosito (Trío Gorosito-Cataldi-De la Vega) se volcaron al tango.
Como así también muchos jóvenes músicos formados dentro del tango comienzan a aportar nuevo repertorio y nuevos caminos a esta música. Entre ellos destacan: Nicolás Ledesma, Pablo Mainetti, Marcelo Mercadante, Ramiro Gallo, Sonia Possetti y Diego Schissi, el trío Tres X Tango, etc.
Cabe señalar que a partir del año 1999, el tango canción, comienza sistemáticamente a acercarse a la niñez. El 11 de diciembre, en el marco del Festival Buenos Aires Tango, en el Patio del Aljibe del Centro Cultural Recoleta, hizo su presentación la cantante y compositora de tango para chicos, Graciela Pesce que, según el historiador y académico Roberto Selles, inauguró un «estilo inédito en el género». Diez años después, "la maestra jardinera del Tango" (El Chamuyo Nro 82) recibiría el Premio Gobbi de Oro otorgado por la Academia Nacional del Tango de la República Argentina y presidiría junto a Olga Besio en el Festival y Mundial de Tango 2010, la primera mesa denominada «Los Chicos y el Tango», todo lo cual sienta un verdadero precedente de la inclusión del Tango en el mundo de la niñez.

LA GUARDIA JOVEN
En los años noventa y hasta la actualidad, comienza el movimiento denominado "La Guardia Joven". Esta generación joven es la encargada de hacer una síntesis de épocas. Sus repertorios incluyen tanto composiciones propias como obras de La Guardia Vieja (finales del siglo XIX hasta 1924 aprox.), La Guardia Nueva o "Decareana" (desde 1924 aprox. hasta la década de 1940), La edad de Oro (a comienzo de los años 40 y hasta finales de los 50) y La edad Contemporánea (con su superlativo exponente Astor Piazzolla). Se caracteriza por dejar de lado viejas rivalidades del tango (antinomias entre orquestas, cuestionamientos a la obra de Piazzolla, etc.) y a partir de dicha integración, colaborar a un nuevo renacer del tango. El maestro Rubén Juárez participa con muchos de ellos de las hoy ya históricas "Recaladas", funcionando como eslabón de generaciones. Algunos de los más destacados exponentes son: Ariel Ardit, Lidia Borda, Diego Schissi, Cristian Zárate, Horacio Romo, Pablo Agri, Hernán Genovese, Viviana Scarlassa, Noelia Moncada, Pablo Mainetti, Orquesta Típica Fernández Fierro, Orquesta El Arranque, La Chicana, Lautaro y Emiliano Greco, Esteban Riera, Hernán "Cucuza" Castiello, Chino Laborde, Rascasuelos, Tangocontempo, Sexteto Milonguero,Sonia y Hernán Posetti, Amores Tangos,Conciertos Atorrantes,China Cruel entre otros. Esta generación retoma la cultura de la "Recalada Tanguera", siendo El Bar de Roberto, Bar El Faro y Sanata Bar algunos de sus principales puntos de encuentro.
El tango es un arte de raíz suburbana, «arrabalero», derivado de su naturaleza popular. Cabe destacar el diferente origen de suburbio y arrabal, ahora considerados sinónimos. Arrabal es una palabra de origen árabe, que significaba ‘fuera de los muros’ en el caso de la ciudad amurallada de Montevideo. Surge y se desarrolla en los barrios de trabajadores que rodean a las ciudades rioplatenses: el «arrabal». Para el tango el arrabal es la musa inspiradora, el lugar de pertenencia que no se debe abandonar, ni traicionar, ni olvidar. Por sobre todas las cosas, el tanguero es un hombre (y una mujer) «de barrio». En el lenguaje del tango, el arrabal y el centro componen dos polos opuestos: el arrabal, muchas veces unido indisolublemente a los amigos y a «la vieja», expresa lo verdadero y lo auténtico, en tanto que el centro suele expresar lo pasajero, «las luces» que encandilan, el fracaso.
El sentimiento de pertenencia al arrabal ha llevado al tango a construir culturas de barrio, a darles personalidad. Sobre todo en Buenos Aires y Montevideo, el tango está indisolublemente ligado a la identidad de los barrios. La ciudad del tango es una ciudad vivida desde el arrabal.
Las temáticas del tango tocan la parte cotidiana del hombre simple, de barrio, quien a su vez se inspira en el desengaño, el deseo sexual, la tristeza, el quehacer cotidiano el tiempo. EL tango es ejecutado en 4 tiempos a pesar de ser llamado “El dos por cuatro” tiene una composición binaria de tema y estribillo. El tango tiene una característica única, por lo general, están excluidos los instrumentos de viento, metal y percusión; para quitarle las estridencias propias de estos instrumentos y así construir una sonoridad cálida, intima, capaz de transmitir la sensualidad que definió al genero desde sus comienzos. Lo clásico es que el tango se interprete mediante una orquesta típica o sexteto, siendo el bandoneón el alma del género. Tanto así que se dice en el hablar musical que el Bandoneón y el tango son la misma cosa, es decir que existe una comunión entre ambos, uno no es nada sin el otro por así decirlo. Hay que tener en cuenta que el bandoneón remplazo a la flauta, siendo este un instrumento de origen alemán y quien le da esa especial sonoridad a este genero. Es por tanto el bandoneón quien le da esa base rítmica y armónica al tango. Para fortalecer todo ello se incluye al piano quien sustituye a la guitarra, para esto se desarrolla una técnica especial tanguera, la cual se basa en la percusión rítmica. Es así como la base instrumental del Tango queda conformada como cuarteto de bandoneón, piano, violín y contrabajo, aunque también se puede incluir la guitarra, pasando a ser un quinteto.

Posteriormente haremos un analices sobre la letra y música de algunos temas clásicos del tango. Hablar de los géneros musicales es todo un mundo, no quiero cansarlos con tanta información pero cuando a uno le apasiona algo, a veces no mide en la extensión de las explicaciones....Gracias por su atención.