jueves, 22 de mayo de 2008

La música y la informatica...

Más allá de la definición básica de la música como el arte de organizar los sonidos, la consolidación de la electrónica y la informática dentro de este ámbito ha permitido no sólo crear ondas musicales, sino también manipularlas para generar sonidos sintéticos.

Por principio de cuentas, recordemos que los sonidos son resultado de un conjunto de vibraciones que estimulan al oído y se transmiten en forma de ondas a través del aire. El hecho de que los instrumentos musicales, e incluso la voz humana, posean la capacidad de producir sonidos diferentes se debe a que no todos ellos son iguales porque las ondas que los generan tampoco lo son.

¿Qué hace posible distinguir los sonidos? La sensibilidad del oído para identificarlos por su intensidad, tono y timbre. La intensidad permite diferenciar los sonidos fuertes de los débiles, gracias a la cantidad de energía liberada al propagarse las ondas sonoras. El tono es una cualidad que permite distinguir los sonidos graves y los agudos a partir de la velocidad o frecuencia con que son transmitidas las vibraciones sonoras (si las vibraciones son rápidas, los sonidos son agudos, si son lentas los sonidos son graves). Por otra parte, el timbre permite distinguir los sonidos provenientes de cualquier instrumento musical, gracias a este es posible diferenciar el sonido de una nota en do, tocada en un piano, del sonido de la misma nota tocada en una guitarra.
Las características de estos elementos sonoros han llevado a algunos creativos de la música a prescindir de los instrumentos que los generan y crear las ondas sonoras a partir de procedimientos electrónicos, e inventar directamente formas de onda al margen de que exista o no un modo acústico para crear esos sonidos.

El origen de los sonidos electrónicos difiere de los acústicos porque no nacen de una vibración sino de un conjunto de señales eléctricas. Desde el punto de vista de la informática, el sonido es información.

Estas condiciones resultan particularmente interesantes si tenemos en cuenta que la música había sido creada con una variedad limitada de sonidos que generaban instrumentos musicales hechos para ese fin. Ninguno de los compositores del pasado pudieron inventar un sonido. Actualmente los músicos pueden manipular cada una de las características de los sonidos con la aparición de novedosas máquinas creativas como los sintetizadores y el MIDI.

El antecedente de los instrumentos musicales electrónicos se encuentra en la década de los 60´s, con el surgimiento de los primeros sintetizadores Moog, cuyo funcionamiento estaba basado en transistores. Pero es hasta finales de los 70´s y principios de los 80´s, cuando estos aparatos empezaron a cobrar popularidad gracias a su utilización en la creación de música popular (disco, pop, rock, etc.), con el tiempo y la experimentación en nuevas aplicaciones se fueron creando sintetizadores con características muy variadas fabricados tanto por empresas como por los mismos músicos, lo que ocasionó un caos ya que las interfaces de comunicación de los instrumentos musicales electrónicos no eran compatibles entre sí.

El sintetizador es una máquina creativa, que puede imitar cualquier sonido de la naturaleza (como el viento, el oleaje del mar o el canto de un pájaro) o simular otros sonidos como el de un helicóptero o de un carro. El sintetizador tiene la capacidad de imitar todos los instrumentos acústicos y electrónicos, puede ejecutar varias notas (con diferentes timbres) al mismo tiempo, como si estuviera tocando una orquesta entera. Claro que esta capacidad de creación y concentración de sonidos no fue bien aceptada entre los músicos que fueron sustituidos por tal instrumento en los estudios de grabación. Sin embargo, se ha visto que el potencial de sonidos que posee el sintetizador proporciona a la música un enfoque creativo con el desarrollo de nuevos sonidos.

Dichas características tímbricas e interpretativas del sintetizador y otros equipos, como el secuenciado y o sampler, ponen a la música en una situación nunca antes experimentada. La variedad disponible de posibilidades electrónicas, permite al sintetizador producir efectos de una versatilidad y una amplitud de registros inalcanzables para los instrumentos convencionales.
Invariablemente, esta evolución dentro de la música ha generado nuevas formas, nuevos recursos, donde el compositor dispone de una infinidad de elementos musicales electrónicos e informáticos para desarrollar su creatividad musical. Ello permite que los músicos actuales dispongan de una orquesta de tiempo completo, en su casa, con un costo operativo ínfimo.
Los sintetizadores utilizan diferentes sistemas para procesar el sonido.

MIDI, que en español se traduce como Interfaz Digital de Instrumentos Musicales, es un sistema de comunicación que permite el intercambio de información entre los instrumentos musicales electrónicos. La idea básica de este sistema consiste en hacer sonar más de un aparato a la vez, creando así un instrumento polifónico por el sistema de adición de varios componentes.

Anteriormente se pensó en comunicar sólo instrumentos musicales, ahora se puede establecer cualquier comunicación con una impresora, un módem o un escáner. De hecho, en la informática musical el sistema MIDI permite el intercambio de información entre instrumentos musicales electrónicos compatibles (teclados, módulos o tarjetas de sonido, samplers, etcétera) y una computadora.

La computadora es también un instrumento de escritura e interpretación de partituras. Cuando se trata de generar composiciones, la computadora cuenta con programas de notación musical en los que se puede escribir con el ratón o tocando un instrumento con MIDI; se puede cortar y pegar cualquier partitura y las posibilidades de manejar con facilidad complejas pautas para múltiples intérpretes son variables.

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